Auto motivado, por haber facilitado un taller sobre Administración del tiempo, en modalidad online, me permito compartir mi propia experiencia sobre el tema. Desvinculado de una empresa, en donde trabajaba desde hacía diez años, me encontré de una semana para otra, desempeñando el rol de “trabajador independiente” … ¡Y con todo el tiempo del mundo! Para “comer, rezar, amar”; para aprender, para dejar un legado y vivir. Aún recuerdo lo positivo que fue, para asumir mi nueva realidad, inspirarme en la narración de Og Mandino, (un autor del siglo pasado) frente al viaje de autodescubrimiento de su héroe Hafid. Para administrar el tiempo, ya está dicho: “lo primero es lo primero”. En concreto, para mí consistió en declarar, y escribir: “qué es lo más importante en mi vida”. Para ayudarme en esta declaración me fue necesario tener claro mis valores, esas cualidades, virtudes o características por las cuales incluso estoy decidido a dar mi vida si fuese necesario y que en mí actuar, yo y “los demás”, nos podemos dar cuenta si los estoy cumpliendo. En “los demás” incluyo a aquellas personas con quienes comparto mis roles principales. Identificar los roles principales, a los que tendré que dedicar tiempo, es esencial. Como cada rol que cumplo en mi vida es complementario a otro rol, los otros “se darán” cuenta cómo lo estoy cumpliendo. Después de lo anterior, definí mis metas/objetivos, teniendo claro que una cosa es “mis sueños” (quiero bajar de peso) y otras son “las metas”, (quiero bajar tres kilos en seis meses). La diferencia fundamental es que las metas tienen una fecha de cumplimiento. Dentro de las teorías contemporáneas de la motivación el establecimiento de metas con un tiempo definido tiene un efecto impresionante sobre su logro. Me ayudó mucho, al definir mis metas, preguntarme: “¿Qué es aquello que debería cambiar para tener un impacto más positivo en mi vida? ¿Qué cosas tangibles me gustaría tener? ¿Qué es aquello que más me gustaría hacer en mi vida? ¿Qué tipo de persona me gustaría ser? ¿Qué actividades concretas realizaré para cuidar de mi salud física, mental, espiritual, emocional?” Esta última pregunta responde a la necesidad de ocuparme de mí, dándome tiempo para ello. Como lo he escrito en artículos anteriores, el escribir un texto que resuma todo lo señalado anteriormente, tenerlo presente en mi tiempo, me ha servido para “darle sentido a mi vida”, especialmente en aquellos tiempos en que he habitado la desesperanza. Dado lo anterior, corresponde ahora planificar, lo que he declarado es lo más importante en mi vida. Una elaboración consciente y responsable de mi proyecto de vida, para concretarlo mientras transcurre mí tiempo, sabiendo, entre otras características, que es un recurso escaso, que es finito, que no se puede recuperar, que es irreemplazable. Por lo tanto, a mis objetivos, mis metas a largo, mediano y corto plazo, debo asignarles un tiempo “¿Cuánto tiempo me llevara conseguirlas? ¿Y en qué momento las conseguiré?” Si lo hago de otro modo, no solo niego la posibilidad de conseguir el objetivo, sino que aparecen sentimientos palpables de frustración, desmotivación y baja auto estima. Me he comprometido a planificar mi tiempo, diario y semanal, considerando mis metas, que tienen una fecha de cumplimiento, son medibles y son realistas. Que están basadas en mis valores y que enfatizan lo que he declarado que es lo más importante para mi vida. A las metas les doy un orden de prioridad y les defino actividades o pasos intermedios para cumplirlos, indicando la fecha límite de su cumplimiento. Luego señalo en mi agenda, a lo menos el día en que cumpliré con dicha actividad. Ahora, ¿qué me ha servido para dar cumplimiento a lo prometido? Lo detallo a continuación:
A veces me ha servido llevar un registro, en una agenda, con un inventario más detallado sobre el tiempo que he dedicado a las tareas que realizo diariamente durante al menos un par de semanas. Saber dónde y en qué se me fue el tiempo, me abre los ojos y proporciona una valiosa visión de cómo quiero emplear mis horas y minutos, haciendo los cambios futuros necesarios para estar bien. En varios momentos de mi vida, siento que no me alcanza el día para hacer todo lo que debo/quiero hacer y me parece que la gestión del tiempo no funciona: ¡Es una pérdida de tiempo aprender más al respecto! Luego me doy cuenta de que el tiempo existe solo en mi mente, en mis creencias respecto a él. Decirme “no tengo tiempo”, que “hoy no y mañana sí”, es un auto sabotaje. Mi tiempo lo puedo ocupar en pensar, conversar, actuar y en no hacer nada ¡Yo decido en que lo invierto!, teniendo presente algunas ideas del filósofo Byung-Chul Han: ”Es necesaria una revolución en el uso del tiempo, la aceleración actual disminuye la capacidad de permanecer: necesitamos un tiempo propio que el trabajo no nos deja; requerimos de un tiempo de fiesta, que significa estar parados, sin nada productivo que hacer, pero que no debe confundirse con un tiempo de recuperación para seguir trabajando, ese no es un tiempo para nosotros. Ahora uno se explota a sí mismo y cree que está realizándose”. A modo de conclusión, me gustaría compartir un comentario de uno de los asistentes que se conectó al taller que mencioné al inicio: “Vivo tan ocupado, que no tengo tiempo para nada, vivo agitado del trabajo a la casa y viceversa, de un lado para otro. Me siento actuando, sin pensar, sin detenerme, cansado al terminar el día, la semana y con la sensación de no haber hecho nada interesante. Estoy agotado”. Al escucharlo, lo sentí como un grito desesperado y le propuse mirar su pasado, los momentos de felicidad y los logros alcanzados y luego lo invité a planear su futuro con los principios y las herramientas entregadas, para que decidiera cuál es la mejor manera de vivir el tiempo futuro. Siento que para administrar el tiempo, la adaptación al cambio, el re inventarse y el cambiar hábitos al respecto, me parecen indispensables. Todos ellos contribuyeron a tener siempre presente el darme un tiempo para mí. Cuando me siento administrando mi tiempo, es que tengo el control de los eventos y actividades; me siento bien, mi paz interior y mi felicidad aumentan. Encuentro un equilibrio en mi vida y eso me permite enfrentarla en sus diferentes dominios de la mejor forma. Es la inversión de tiempo para mí lo que da valor a mi vida, sin descuidar las relaciones con las personas que deseo mantenerlas y sin descuidar mis deberes.
0 Comentarios
![]() El reto de estos tiempos ha consistido en incorporar a nuestra existencia las permanentes mutaciones en los modos tradicionales que hemos venido sustentando. La condición específica de teletrabajo implica retos a nuestra estructura conocida del empleo. Aquí las señalaremos y dejaremos huellas para enfrentar su interrogante central: ¿cómo resolverlas? El desafío al des-uso del cuerpo se da en la suplantación de nuestras capacidades por la aplicación de tecnologías en el trabajo[i]. Es así como la cuarta revolución digital relega el uso de nuestros músculos a los gimnasios y reduce el poder del anclaje corporal de nuestra existencia[ii]. Así, la energía acumulada por insuficiencia de gasto físico deriva en estrés y obesidad. Debemos recordar que las representaciones del cuerpo son una función de la persona: lo que hacemos; nuestros límites y relaciones con los otros y con la naturaleza son lo que somos. Es insuficiente concebir el cuerpo como si fuera un objeto, omitiendo el ser al que encarna. “El cuerpo es nuestro medio de ser en el mundo y poseer el mundo”[iii]. El desafío al multiuso del espacio está representado por la hogarización del trabajo que desestructura las fronteras de la oficina fusionando vida privada y vida laboral; desbordando el límite entre los ritmos afectivos y los ritmos del trabajo. Los hábitos y las reglas privadas definen y permean el desempeño laboral: el espacio productivo adquiere una forma abierta a normas mixtas y a patrones flexibles y múltiples de tiempo, cooperación y organización. El teletrabajo secuestra parte de nuestro espacio familiar y lo sujeta a un dudoso acomodo. Conviene diferenciar los espacios híbridos de trabajo con las lógicas en las que el sujeto está en riesgo de volverse un ente productivo con presencia ininterrumpida. El desafío al uso del tiempo implica la supresión del límite de la jornada de trabajo, vinculado al control del tiempo como modo de dominación[iv]. Si bien los marcos contractuales no dan cuenta del tiempo en el teletrabajo, la indefinición de la jornada laboral es asumida por la industria en favor del incremento de la productividad por la intensificación de los ritmos de trabajo. Adicionalmente, la actividad del trabajador a distancia exige flexibilidad para adaptarse al esfuerzo por lapsos indefinidos de tiempo, o bien, a los ritmos vitales de otros sujetos. Si bien los plazos temporales quedan abiertos a la fragmentación y la incertidumbre, la ruptura del nexo entre salario y unidad de tiempo nos da la oportunidad de enfocarnos en obtener retribución por el logro de una meta, servicio o un producto específico. El desafío de un nuevo lenguaje se relaciona con la sustitución de las palabras del trabajo por la retórica del management. Esta transformación, no puede ser sólo verbal, sino que requiere cambios efectivos en las prácticas y los recursos para realizar el tránsito desde el “trabajo” al “teletrabajo”, del “usuario” al “cliente”; del “empleo de por vida” a la “empleabilidad” y de “trabajador(a)” a “colaborador(a)”. Asimismo, se exige un proceso evolutivo para la instalación efectiva de competencias para ejercer el teletrabajo, tales como la “proactividad”, “autonomía responsable”, “autocuidado”, “creatividad e iniciativa” y otras. En este espacio de significados, hay que cuidar la valoración superficial de los discursos como si fueran hechos evolutivamente logrados y delimitar las verdaderas características del teletrabajo respecto de la intención de individualizar, informalizar e informatizar las relaciones en el ámbito del trabajo. El teletrabajo deberá resolver el desafío de las protecciones mínimas, tales como ayudas ante la inhabilitación del trabajador(a) o bien, beneficios obtenidos colectivamente. Para la nueva economía, la subsistencia de la fuerza de trabajo ya no es un problema del que el empleador(a) o el Estado deban hacerse cargo[v]. La relación del teletrabajador(a), aislado frente a un sistema automatizado, ya no es de protección, sino una relación comercial donde no cabe la obtención de derechos ni cauces de acción colectiva, excepto del tipo groupon[vi]. La ausencia de garantías y codependencias solidarias contribuye al vaciamiento de sentido de la vida en comunidad[vii]. Aun cuando el teletrabajo implique cambios acelerados a nuestros modos tradicionales de hacer, nos vuelve a situar por encima de los riesgos de la desaparición del trabajo por automatización y lejos aún de la emergencia de las sociedades del ocio. Al parecer, aún se requiere de nuestra energía y creatividad para el logro de metas, servicios y productos. El desafío consiste en la superación de estas transformaciones y su integración a la vida, alcanzando la capacidad de autoadministrar y desarrollar la propia energía y conocimiento, pero situados en un marco más humano. No para el mercado, sino para nosotros mismos. El reposicionamiento de la importancia del cuidado la persona y de lo social, es visible hoy en los movimientos que defienden los derechos humanos, la libertad, la seguridad y la dignidad personales. El principio que activa a estos movimientos no es sólo social o político, sino una respuesta esencialmente moral ante los múltiples desafíos de esta era. ____________________________________________________________________________ Fuentes: [i] Schwab, K. (2016). La Cuarta Revolución Industrial. Ed. Random House, Barcelona. [ii] Le Bretón D (2018). La sociología del cuerpo. Ed. Siruela, Madrid. [iii] Merleau-Ponty, M (1993). Fenomenología de la percepción. Ed. Planeta, Buenos Aires. [iv] Postone, M (2006). Tiempo, trabajo y dominación social. Ed. Marcial Pons, Madrid. [v] Bologna, Sergio (2006). Crisis de la clase media y postfordismo. Madrid, Ed. Akal. [vi] Alonso, L (2009). Prácticas económicas y economía de las prácticas. Ed. Catarata, Madrid. [vii] Touraine, A (1997). ¿Podremos vivir juntos? Iguales y diferentes. Ed. PPC, Madrid.
![]() “Quédate en casa”; “Todos y todas trabajando desde la casa”; “No salgas y conéctate desde tu hogar”; “¿Para qué van a la oficina si hay tantas formas de trabajar virtualmente?”; “Yo me quedo en casa”; “¿Cómo pretenden que trabaje desde la casa si tengo hijos que no van a clases”; “¡No estábamos preparados para esto!”; “Te prometo que el home office es mucha más pega que trabajar en una oficina”... ¿Te suenan? Al menos a mí sí. Desde el 16 de abril que estoy trabajando desde mi casa. Me levanto, tomo desayuno, me visto y me conecto a mi computador e Internet, mis mejores amigos por estos días. Desde ahí, inmersa en el mundo virtual y a través de diferentes plataformas, realizo mi jornada diaria laboral; que se mezcla con el orden y limpieza de la casa, la creatividad a la hora de ver qué almorzar, los Whatsapp con videos y audios terribles sobre el Coronavirus, las noticias desalentadoras, uno que otro meme divertido y mi madre y hermana hablándome de mil cosas… todo al mismo tiempo. Frente a mí, en la misa mesa del comedor, trabaja mi mamá, profesora de historia, de 58 años, quien ha debido internarse también en este universo remoto, subir material a plataformas que no conocía, ver tutoriales en YouTube e incluso aprender a hacer clases virtuales. En el otro lado (de la misma mesa de comedor o del departamento) está mi hermana, estudiante de primer año de “Intérprete en canto popular” en la Escuela Moderna, quien se la pasa cantando y tarareando todo el día, al fin y al cabo, la base de sus estudios. Además, todos los días converso con mis amigos, amigas, jefes, jefas, compañeros y compañeras de trabajo sobre cómo están y qué hacen para organizarse… esto no ha sido fácil para nadie. De hecho y por lo mismo, nuestra Consultora BHT Chile en sus redes sociales, ha entregado durante este tiempo variados tips para sobrellevar tanto el teletrabajo, como consejos para el autocuidado en tiempos de crisis y otros temas. El Coronavirus no solo nos encontró desprevenidos en nuestra salud, sino que ha impactado fuertemente el mundo laboral, obligándonos a trabajar desde nuestras casas para evitar el contacto y propagación. Es así como nos hemos tenido que familiarizar con el concepto del “teletrabajo”, que según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se define como: “Trabajo que es desarrollado fuera de las dependencias del empleador a través de sistemas de tecnologías de información y comunicación y/o trabajo desarrollado desde el hogar”. A finales de marzo, ya eran muchas las empresas y compañías en nuestro país que habían enviado a sus trabajadores(as) a sus casas a trabajar. Según una encuesta realizada por esas fechas por la Consultora Multinacional de RR.HH. Randstad a más de 200 personas, la implementación del teletrabajo en el país ha llegado al 72%. Sin embargo, aunque quizás el golpe de convertirnos de un día para otro en un país que teletrabaja y reorganizar nuestras rutinas desde el aislamiento, ha sido fuerte y repentino, podemos tomarlo como una oportunidad de crecimiento laboral muy grande, ya que, las ventajas del teletrabajo son muchas. Catalina Reyes, experta en empleabilidad de la Universidad del Pacífico, afirma que el trabajo desde la casa tiene muchos beneficios, entre ellos “se optimizan los tiempos de trabajo, porque se pone el foco en los objetivos o tareas realizadas. En términos de Recursos Humanos, la empresa mejora los índices de retención del personal capacitado, gracias al incremento de una mejor calidad de vida de los trabajadores. A nivel tecnológico, la empresa optimiza en los costos de adquisición y mantenimiento de hardware y software, y además aprovecha los dispositivos que tiene el trabajador, ahorrando costos en ello”, afirma. Para Cristian Salazar, Doctor en Sociedad de la Información y el Conocimiento y académico de la Universidad Austral de Chile, el teletrabajo es una oportunidad para descongestionar a las grandes ciudades: “El teletrabajo permitiría descentralizar las grandes urbes, y las regiones dejarían de perder talentos que migran a grandes ciudades donde hay más oportunidades laborales y de desarrollo. Chile es un país altamente sísmico y contar con planes de teletrabajo pueden garantizar la sustentabilidad económica de las familias y la continuidad operacional de las empresas que tributan a la economía y a la sociedad. El cambio cultural puede transformarnos en un país que se apropie de las nuevas tecnologías mejorando la calidad de vida de sus habitantes. Potenciar el teletrabajo creará nuevas fuentes de empleos y nuevos servicios que apoyen la vida de los teletrabajadores”. Ahora bien, sin duda alguna para que realmente podamos alcanzar cifras altas de teletrabajo en Chile, deben existir ciertos cambios culturales y sociales, tanto en el mundo del trabajo, como incluso en la forma de vida y organización de las personas. Mario Zúñiga, CEO de Zenta Group. afirma que “esta forma de trabajo se contrapone ante una fuerza laboral del país acostumbrada a los horarios de oficina. Chile, el quinto país con más horas de trabajo y menor productividad conforme a las cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), tiene una muy baja flexibilidad laboral. El concepto de ‘home office’ aparece sólo en unas pocas empresas, aunque el camino va hacia allá: en la mayoría de los casos, sólo es necesario un computador, una buena conexión a internet y un celular para realizar el trabajo”. Nicolás Morales, emprendedor social y Gerente General de Pegas con Sentido, afirma que se vuelve necesario que los líderes de las organizaciones confíen realmente en sus equipos de trabajo y derriben ciertos mitos sobre el trabajo en casa: “Es fundamental la confianza, dado que en este mundo cambiante necesitamos que nuestros equipos sean capaces de tener la suficiente autonomía para tomar decisiones. Por ende el liderazgo, hoy más que dirigir, debe entrenar a su equipo de tal manera de ser lo suficientemente autónomo para fomentar la agilidad en los equipos de trabajo”. Además afirma que es necesario un cambio cultural en los hogares que requiere de cambios metódicos en los modos de relacionarse en casa con otros(as) y con uno mismo(as): “Para quienes son padres, es un cambio de rutina, donde los hijos deben mutar sus hábitos y entender que tener presentes (a sus progenitores), pero concentrados en su trabajo, es una realidad cotidiana. Por su parte, los padres deben desarrollar la capacidad de trabajar en más de una tarea a la vez. Para el caso de los que no tienen niños, también es un cambio de rutina, donde la dificultad está en ser capaz de distribuir justamente el tiempo de ocio y el tiempo del trabajo. Creo que su mayor riesgo está en trabajar 24/7 y no darse momentos de descanso”. Muchos han sido también los que por estos tiempos nos han entregado consejos muy útiles para aprender a teletrabajar, entre ellos, la Asociación Chilena de la Seguridad (ACHS):
Sin duda alguna, esta pandemia nos está cambiando la vida y el modo de ver el mundo, también el del trabajo. Aprender a teletrabajar es un desafío, que podemos tomar en forma angustiosa, sintiendo que no somos capaces de enfrentarnos a él y no adaptarnos a los nuevos tiempos: o bien, como una oportunidad para aprender nuevas habilidades, crecer laboralmente como país y como personas y cambiar nuestras culturas y formas de relacionarnos. Ya el estallido social nos está impulsando en muchos ámbitos a cambiar y dejar de ser los(as) mismos(as) y sin duda alguna, también contamos con todas las herramientas técnicas para poder hacer un cambio sustantivo en el mundo laboral. No en vano se aceleró y se promulgó la Ley de Teletrabajo. Yo creo que sí podemos. Me alienta día a día ver cómo mi madre de casi 60 años lo intenta una y otra vez y no se rinde ante este “mundo tecnológico y virtual en el que no me puedo quedar atrás”, como ella dice. Si ella puede, Chile puede. _________________________________________________________________________ Fuentes: https://www.randstad.cl/tendencias360/archivo/teletrabajo-y-coronavirus-como-evitar-perder-productividad_3043/ http://www.sistemaspublicos.cl/wp-content/uploads/2018/10/Presentacion-Teletrabajo.pdf https://capitalhumano.emol.com/3282/ventajas-del-teletrabajo/ https://www.latercera.com/que-pasa/noticia/en-cuarentena-pero-conectados-la-nueva-y-dificil-experiencia-de-trabajar-desde-casa/I4EKENTPMNDCHAETL3GGLZEFPI/ https://www.t13.cl/noticia/negocios/nueva-ley-teletrabajo-trabajo-distancia-como-acceder-desconexion-digital-24-03-20 ![]() Hoy las organizaciones hablan fuertemente del “talento”. Todas señalan que buscan trabajadores “talentosos”, pero pocas logran identificar con claridad qué significa esta característica y cómo aplicarla a su empresa. Si buscamos su significado, el talento (del griego τάλαντον, talanton que significa balanza o peso) era una unidad de medida monetaria utilizada en la antigüedad. Hemos visto que adquirió fama luego de su mención en la Biblia de la religión Católica y pronunciadas por Jesús, “La Parábola de los Talentos”, de cuya interpretación se podrían derivar conceptos como “inteligencia” y “aptitud”… la capacidad para ejercer cierta actividad como manifestación de la inteligencia emocional y como aptitud o conjunto de aptitudes o destrezas sobresalientes respecto de un grupo para realizar una tarea de forma exitosa. Pilar Jericó en su libro “No miedo: En la empresa y en la vida” (2001), habla del talento como la característica de aquellas personas cuyas capacidades se encuentran comprometidas a hacer cosas que mejoran los resultados de la organización. Y, define al profesional con talento, como “un profesional comprometido que pone en práctica sus capacidades para obtener resultados superiores en su entorno y organización”. Refiere que la diferencia en el desarrollo y aplicación del talento por parte de los profesionales no se ubica en la cantidad y el volumen de sus conocimientos, sino en la capacidad de aprender y desaprender lo ya conocido. La misma autora nos habla de seis tipos diferentes de talentos: directivo, comercial, técnico, operativo, innovador y emprendedor. Y presenta los ingredientes que, bajo su propuesta, configuran la receta para el logro de esta característica. Éstos serían: • Las capacidades. • El compromiso. • La acción. Cuando habla de capacidades, se refiere al conjunto de los conocimientos, las habilidades, actitudes y competencias que se desarrollan dentro de la empresa (o de cualquier otro entorno). El compromiso lo explica como el grado de involucración hacia la empresa (organización) para la que se opera, ya que, de esto depende que el profesional aporte su mayor esfuerzo. Capacidad--------------- Puedo Compromiso------------Quiero Acción-------------- Actúo Otros autores que han hablado del tema son Ed Michael, Helen Handfield-Jones, y Bed Axelrod, quienes en su libro “The War of Talent” definen el talento como "La suma de las habilidades de una persona: sus dones intrínsecos, competencias, conocimiento, experiencia, inteligencia, juicio, actitud, carácter y energía. También incluye su capacidad para aprender y crecer". A pesar de que existan múltiples definiciones, con matices diferentes sobre lo que es el talento, hay algo en lo que todos los especialistas coinciden: el éxito de una organización depende de las personas que la conforman, es por ello que identificar el talento en las personas es fundamental. Toda persona tiene sus habilidades, desarrollados en diferentes ámbitos y áreas, lo que los diferencia y los hace únicos respecto a los demás. Es debido a esto, que las organizaciones deben lograr identificar el talento de sus postulantes y trabajadores, para así poder potenciarlos y desarrollar una organización exitosa, no sólo en sus resultados o KPI, sino también pensando que sus trabajadores puedan desplegar todas sus habilidades para generar un circulo virtuoso y así lograr una empresa talentosa. Me he dado cuenta— ya con 15 años de experiencia en el desarrollo de personas, tanto enseñando a colegas, como realizando evaluaciones de potenciales, programas de coaching y mentorias— que las personas no identifican con claridad sus potencialidades y habilidades, están más bien centrados en el hacer (funciones), en cumplir (cargos) y en sus debilidades, que en mirarse, conocer su potencial interior y desde ahí desplegar todas sus conocimientos y competencias al servicio del trabajo y la profesión. No podemos olvidemos que es nuestra persona entera la que trabaja. Miramos la vida y nuestras acciones diarias desde nuestras creencias y mapas personales; nos relacionamos con otros desde nuestros juicios; gestionamos nuestro trabajo desde nuestros conocimientos y experiencias; lideramos equipos desde lo que somos y sabemos. Es por ello que conocernos es una clave fundamental para alcanzar nuestro propio desarrollo y plenitud laboral. Hoy existen diferentes metodologías para la identificación del talento. Muchas de ellas permiten el autonocimiento y otras están orientadas a que las organizaciones puedan gestionar los procesos de ingreso (reclutamiento y selección) y la gestión (desarrollo carrera) de los trabajadores. (Más información y detalle en www.bhtchile.cl) Es por todo lo referido anteriormente que en BHT Chile creemos en la frase de George Lucas: “Todo el mundo tiene talento, es sólo cuestión de moverse hasta descubrirlo”. Te invito a que no te quedes atrás, te atrevas a conocerte, que busques tus propios talentos y los hagas brillar como nunca. ![]() Johana Juacida O. Psicóloga de la Universidad Santo Tomas. 15 años de experiencia en Docencia y Dirección de RR.HH y Educación. Magister en Gestión de Personas en Organizaciones. Diplomado en Coaching Neurolingüistico. Diplomado en Mentoring. ![]() “La paz comienza con una sonrisa.” ~ Madre Teresa de Calcuta Muchas veces las cosas de menor importancia pueden provocar verdaderamente un mal día, ya sea que tengas una discusión con alguien en el metro, un taco en camino a tu trabajo, o simplemente despertarte con el pie izquierdo. Muchas veces en el trabajo o en cualquier actividad que desarrolles, te das cuenta que un comentario negativo de algún miembro del equipo, puede hacer fracasar definitivamente el día, que de no ser por ese comentario, hubiese resultado completamente feliz. Y puede ocurrir que ese comentario, efectivamente sea muy válido para la persona que lo emitió y que este llegue a absorber toda la energía positiva de tu día, pero si tienes en cuenta al otro 99,9% que se sienten increíbles con tu gestión, claramente el comentario no tiene mayor relevancia. Esto ocurre muy a menudo y es bueno recordar que no debe dejar que un mísero comentario empañe un gran día. La buena noticia, es que todo puede girar y cambiar tan rápido como empezó y dejar que el desfile de penas pase de largo. Si un mal día consiguió echarte abajo tu día positivo… pruebe una de estas 10 formas de darle la vuelta en 10 minutos: 1. Escuchar una canción favorita y cantar. Los estudios han demostrado que escuchar música que te gusta puede alterar su estado de ánimo e incluso aliviar la depresión. En tu celular, hacer una lista de reproducción “Para sentirme mejor” que incluya canciones que te encanten y funcionen para alegrarte. Trata de elegir las canciones que te alegran positivamente y que se pueden cantar también. 2. Tomar una ducha. No estoy seguro de lo que verdaderamente hace el tomar una ducha, pero siento que metafóricamente ayuda a “limpiar la negatividad”. Tomar una ducha rápida, especialmente uno que alterna agua fría y caliente, puede ayudar a aumentar la circulación y eliminar la energía negativa. Comience con una ducha de agua caliente y luego gire lentamente la temperatura del agua tan fría como usted puede soportar durante 20 segundos. A continuación, lleve la temperatura de nuevo a caliente. Alternar este ciclo durante 3-5 minutos en un comienzo, hasta que pueda comenzar lentamente a tolerar períodos más largos. 3. Ver un divertido vídeo de YouTube. En un estudio realizado en la Universidad de Ontario Canadá, los participantes que escucharon una pieza optimista de música y vieron un video gracioso de YouTube fueron más productivos y más capaces de resolver los problemas, que los grupos que escucharon música y videos deprimentes. En teoría, observando un divertido vídeo de YouTube, puede aumentar la productividad. 4. Las Mascotas. Acariciar a un animal o a tu mascota, si la tienes, puede mejorar dramáticamente tu estado de ánimo. Puede tener efectos tan positivos que los terapeutas utilizan animales para ayudar con la curación, como la Equino-terapia, por ejemplo. Además, se ha demostrado que tener una mascota mejora la autoestima, el bienestar y ayuda a combatir el stress. Puede que no sea en una granja o en el campo, pero lo más probable es que alguien en tu barrio o edificio posee una mascota. Además, los refugios de animales siempre están buscando voluntarios y los animales abandonados, esperando que alguien los rescate y adopte. Los animales, nos necesitan tanto como nosotros a ellos!! 5. Dar y recibir un abrazo. Muchas veces, solemos pasar por alto el contacto humano como una forma de terapia. La gente del área de la salud de algunos países, utiliza en forma efectiva, los abrazos, el contacto físico terapéutico como una forma de energía curativa en hospitales y centros de cuidados paliativos para ayudar a los pacientes a recuperarse de la cirugía. La próxima vez que te sientes desanimado o bajo en tus energías, llama a tu pareja, a un amigo cercano o a un miembro de tu familia y comparte un sentido abrazo. 6. Practicar la respiración profunda. La respiración profunda tiene una forma natural y terapéutica, para reducir el stress, puede ayudar a sofocar la oleada de hormonas del estrés que un mal día puede provocar. Tómate unos minutos para cerrar los ojos. La práctica de inhalar profundamente por la nariz por dos segundos, haciendo una pausa durante dos segundos más y luego exhalando dentro de dos segundos. Esto ayudará a estimular el sistema nervioso parasimpático, por lo tanto ayudara a mejorar tu respuesta al estrés. 7. Escribe sobre lo que te molesta y luego escribir algo que está agradecido. El diario personal o de vida es una gran manera de liberar el estrés y la ansiedad, ya que ayuda a liberar todo lo que está encerrado en tu pecho, de una manera discreta, privada y segura. Incluso si nadie va a leerlo, el hecho de que lo hayas escrito, hará que le hagas un mejor frente al stress. Escribe en un diario exactamente lo que te preocupa y cómo te sientes al respecto. A continuación, escribe un par de cosas de las cuales estés agradecido. Esto te ayudará a transformar tu estado de ánimo, en un estado de positivo y que te ayudará a salir de tu depresión. 8. Haz un poco de ejercicios A pesar de que no se puede salir a correr o al gimnasio… levantarse del asiento y mover el cuerpo ayudará a estimular el flujo sanguíneo y la liberación de endorfinas, conocida como “la hormona de la felicidad”. Por suerte para ti, no tienes que atarte los cordones y salir a correr tres kilómetros para obtener los beneficios del ejercicio; incluso una rutina de cinco minutos que se pueda hacer al lado de tu escritorio puede hacer la diferencia. Realizar una simple rutina de sentadillas, flexiones y estiramientos fáciles. Esto no sólo te saca de la silla, sino que también estimula la producción de la hormona de la felicidad, aumenta el flujo de sangre y aumenta su estado de ánimo. 9. Cerrar sesión de Facebook. Los medios sociales han hecho muchas cosas positivas que unen a las personas, pero hay un lado oscuro. Muchos estudios han demostrado que los medios sociales realmente pueden desencadenar la depresión porque a menudo nos con nuestros pares, creando sentimientos de frustración. En gran medida limitar su exposición a su Facebook o Instagram. Ten en cuenta que la mayoría de la gente siempre va a poner la mejor parte de su perfil, por lo que no te puedes comparar con los intereses de alguien más. 10. Caminar descalzo en la hierba. Estar atrapado en el interior de un edificio todo el día sin exposición directa del sol y sin conectarte con la energía de la naturaleza, en realidad puede hacer que un día pueda ser aún peor. La conexión a tierra es la práctica de exponerse directamente al suelo, por lo general con los pies descalzos para ayudar a estimular la energía, mejorar la función inmune y aumentar la felicidad. La teoría afirma que el campo magnético de la tierra puede reducir las hormonas del estrés. Durante la hora del almuerzo, encontrar un espacio cubierto de hierba o pasto donde puedas sentarte y relajarse durante unos minutos, lo que permite que tus pies descansen en la hierba. Disfrutar de su almuerzo o simplemente sentarse y leer un libro durante varios minutos, dejando que sus niveles de frecuencia cardíaca y la tensión bajen. Estas son sólo algunas ideas para convertir un mal día en un mejor día… ![]() Las fuerzas de trabajo más felices no ocurren por casualidad. Aquí hay algunos pasos simples que los administradores pueden comenzar a hacer. Las “prácticas virtuosas” pueden ayudar a las empresas a tener éxito en una variedad de maneras, incluyendo una mayor participación de los empleados, la retención de estos en la organización, mayor productividad y menores licencias médicas de sus trabajadores. Aquí hay tres cosas puntuales que se puede hacer para aumentar la felicidad de los empleados: 1. Muestras de agradecimiento Mostrar que usted aprecia a sus empleados de manera efectiva y significativa. Un buen ejemplo es el dado por un alto ejecutivo del fabricante coreano LG Electronics, que hace la diferencia al expresar su reconocimiento a sus empleados todos los días. Su asistente le deja sobre su escritorio cinco notas de agradecimiento cada mañana. El ejecutivo las llena personalmente y se las envía a sus empleados de LG. 2. Fomentar el perdón En el lugar de trabajo se debe minimizar el impacto de los errores de los empleados. El cultivo de una cultura en la que se perdonan los errores ayuda a construir la confianza de los empleados y asegurarse de que, como grupo, los trabajadores no tienen miedo de seguir tomando riesgos. 3. Reforzar los valores de su empresa de una manera positiva La internalización de los valores corporativos de una organización supone que sus miembros se identifiquen con ellos, para cual la gerencia debe asumir la responsabilidad de definirlos, informarlos, cultivarlos y por sobre todo, practicarlos. Las frases motivacionales y de inspiración de cada día ayudan a motivar a los empleados y hacen hincapié en la cultura corporativa de su organización, por ejemplo “Trabajar en equipo, divide el trabajo y multiplica los resultados” ![]() 5 secretos para retener el talento en su pequeña empresa ¿Cómo puede una pequeña empresa con presupuesto limitado, retener a los empleados con talento? Esta pregunta es tan antigua como el tiempo para las nuevas empresas: ¿Cómo puede una pequeña empresa a menudo limitada por los fondos y estrecho presupuesto, retener a los empleados con talento? Mientras que algunos empresarios se sienten seguros de que una buena oferta de contratación será suficiente para mantener a sus buenos empleados, la realidad no siempre coincide con las expectativas de sus empleados. Todas las políticas de bienestar, no serán suficientes para las estrellas emergentes si sienten que hay algo que falta en la cultura de la empresa y en última instancia, también le pasa la cuenta a la empresa ser vista como una puerta giratoria para los buenos trabajadores. Desde la asignación de una carga de trabajo agradable, hasta el fomento de la comunicación honesta y transparente, revelamos los secretos para invertir en el talento y que esto ayude a su pequeña empresa a retener a sus mejores colaboradores. Crear un ambiente de trabajo seguro y positivo Un reciente estudio de Harvard Business Review reveló que cuando una organización muestra o evidencia una imagen financiera negativa, los empleados con talento se desacoplan y comienzan a buscar oportunidades en otros lugares. Un buen Curriculun genera un montón de alternativas y la confianza de saber que hay otros empleadores que apreciaran lo que estas estrellas emergentes tienen que aportarles a sus empresas. Si desea mantener su personal con talento, el primer paso es crear un ambiente de trabajo positivo y de colaboración. Este ambiente debe proporcionar seguridad, tanto financieramente como en el puesto de trabajo en sí. Haga que sus empleados se sientan como partes activas del negocio saludándolos por su nombre cada mañana y animándoles a hacer preguntas e interactuar con otros. Ofrecerles pequeñas ventajas, como una reunión con un pequeño desayuno cada Lunes, premiar las metas individuales y como equipo, implementar el empleado del mes con algún tipo de beneficio o cualquier otro estimulo que ayude a construir y mantener una alta moral dentro de la organización. En resumen, pensar en los atributos de un lugar de trabajo y que se sientan cómodos y emocionados de ir a cada día a dar lo mejor de si. Ser transparente ¿Cuáles son sus expectativas? ¿Cuáles son las metas sobre mi trabajo? Como se informó en el estudio de Harvard Business Review, uno de cada cinco empleados creen que sus aspiraciones personales son diferentes de lo que la organización ha previsto para ellos. Por lo general, en la descripción de las funciones del puesto de trabajo, se deben considerar las expectativas dentro de una posición, pero muchas veces estas, pueden llegar a ser tan cambiantes que generan confusión con el tiempo. Se debe ser transparente con el empleado desde el principio, a fin de asegurarse de que los miembros del equipo también están todos en la misma línea. Proporcionar opciones de horarios flexibles Una de las mayores ventajas que pueden tener las pequeñas empresas es el beneficio de ofrecer una programación flexible de su jornada de trabajo. No todo el mundo tiene un horario que les permite trabajar y rendir al máximo de 9 a 18 hrs, de lunes a viernes. Acomode los horarios de sus empleados tanto como sea posible y se dará cuenta cuan apreciados y motivados se sentirán para trabajar y para alcanzar los objetivos de la empresa. Ofrecer oportunidades para el crecimiento Uno de cada tres empleados admite que no ponen todo su esfuerzo en el trabajo. Aunque las razones de esto difieren dependiendo de la empresa. Es un error para cualquier empresa asumir automáticamente que su personal está altamente comprometido para siempre. Cuando un empleado se siente poco apreciado, va a dejar de pensar seguir siendo en un futuro, parte de su empresa y esta ultima instancia de por si, también perjudica a su empresa. Ofrezca oportunidades para el crecimiento, desafíelos con retos de trabajo. En concreto, reconocer sus logros y promoverlos dentro de la Organización. Si es posible, transfiéralos a otro departamento basado en sus habilidades. Asígnelos a proyectos en que tienen una habilidad natural para desarrollarlos. Si es posible, vea la posibilidad de ofrecer oportunidades de teletrabajo o el reembolso de matrícula si está estudiando para superarse y mejorar su propio desarrollo. Por encima de todo, asegúrese de que son conscientes de que hay una oportunidad de progresar dentro de la empresa y que su compromiso con el lugar de trabajo no pasa desapercibida. Fomentar la comunicación abierta Mantenga la comunicación abierta y reunace regularmente cara a cara en discusiones abiertas, tanto acerca de su carga de trabajo o del futuro de la empresa. (Este tan disponible como sea posible para su equipo o al menos hacerles saber, cuáles son los momentos específicos del día dentro de su horario para reunirse.) Al encontrarse con ellos, es crucial hacer una cosa: escuchar. Alentar a discutir cualquier preocupación relacionada con el trabajo que sus trabajadores talentosos puedan tener y escuchar abiertamente. Si tienen nuevas ideas, aceptar las sugerencias y darles información sobre lo que están haciendo. Proporcionar orientación, según sea necesario, frente a cualquier o todas las preguntas y animarlos a buscar y desarrollar sus propios objetivos. Al final del día, los empleados con talento querrán hacer que el negocio funcione y sea exitoso. Trate de reconocer siempre a su equipo de trabajo como los activos de su empresa que ya se encuentran en ella y que van a estar en ella por un largo tiempo. ![]() La creación de un equipo de alto rendimiento comienza con la construcción de los hábitos correctos. Aquí están los 5 hábitos más importantes para incorporar. Un líder es sólo tan bueno como el equipo alrededor de él / ella. Todo líder quiere un equipo de alto rendimiento, pero ¿cómo se puede lograr eso? El éxito se alcanza a través de la acumulación de muchas pequeñas acciones hechas con eficacia. Del mismo modo, la construcción de un equipo fuerte viene de la construcción de una base sólida de hábitos que el equipo sigue. Charles Duhigg, autor del libro "El poder de los hábitos: ¿Por qué hacemos lo que hacemos en la vida y los negocios" afirmó que “alrededor del 40% al 45% de lo que hacemos todos los días se siente como una decisión, pero en realidad es la costumbre." Aquí hay cinco hábitos clave para desarrollar en su equipo con el fin de optimizar el rendimiento: 1. Establecer y revisar periódicamente los objetivos ¿Cómo puede un equipo de buen rendimiento y producir resultados si no saben cuáles son los objetivos que están tratando de lograr? Un equipo sin metas es ineficaz - sin dirección, sin unidad, sin impacto. Pueden estar haciendo un buen trabajo, en términos de calidad, cantidad o ambas cosas, pero esta su trabajo aportando a la visión general de la organización? De acuerdo con ClearCompany , "el 97% de los empleados y ejecutivos creen que la falta de alineación dentro de un equipo, impacta en el resultado de una tarea o proyecto." El establecimiento de objetivos permite al equipo conocer y comprender cómo su trabajo contribuye a los objetivos de la organización de mayor forma y estos a su vez le dan su propio sentido. El establecimiento de objetivos puede ser más un arte que una ciencia: el objetivo tiene que ser grande, pero no inalcanzable, tiene que ser significativo en términos de impacto, y tiene que ser medible. Lo que algunos líderes equivocan en el proceso de establecimiento de objetivos es la revisión de esos objetivos. No es suficiente simplemente establecer buenos objetivos para sus equipos; es aún más importante desarrollar una plataforma de control y referencia y sobre esas base, usar esas evaluaciones para trazar el próximo paso a seguir. Al revisar los objetivos, he aquí algunas preguntas para reflexionar sobre:
Se debe pensar en la fijación de objetivos como en la dirección de un barco: Establecer un rumbo y si con el tiempo el viento cambia, se debe estar preparado para hacer los ajustes a su ruta para que llegue a su destino con seguridad (y en el momento oportuno!) Si no se establecen o revisan las metas permanentes, su equipo es similar a un barco y lo más probable es que no llegue a ninguna parte. 2. Comunicar, comunicar, comunicar! Los mejores equipos son los que se comunican a menudo, de forma clara y constructiva . Una alta frecuencia de la comunicación asegura que cada miembro está al tanto de los nuevos desarrollos y cambios, así como el avance del proyecto. No es suficiente sólo para el registro en el inicio y la finalización de un proyecto - en un equipo de alto rendimiento, hay un flujo constante de información y discusión que conecta todo el mundo para el proyecto. La comunicación clara asegura que hay una menor probabilidad de malentendidos y que todos estén en la misma etapa cuando se trata de las siguientes acciones para sacar adelante el proyecto. Comunicación constructiva permite a los miembros del equipo aprender de los errores o percances y mejorar la calidad de su producción. Como líder, se debe establecer el tono para una comunicación frecuente, clara y constructiva - el equipo va a seguir su ejemplo. Recuerde que la comunicación es una calle de dos vías, por lo que anime a su equipo a recibir y dar su opinión sobre cuestiones que afectan a su trabajo. 3. Tener una mentalidad de resolución de problemas Una cualidad clave de un equipo de alto rendimiento es su capacidad para superar obstáculos. En un lugar de trabajo, nada es miel sobre hojuelas. Los problemas vienen en muchas formas; podría haber un retraso desde el fabricante, fallas técnicas o una idea que no se tradujo en el mundo real etc… Independientemente de la naturaleza de un problema, un equipo con una mentalidad de resolución de problemas, es un equipo que está mejor equipado para hacer frente a los obstáculos. ¿Qué significa tener una mentalidad de resolución de problemas? este modo de pensar significa tener una visión optimista siempre que ocurra algo malo y que se tiene la capacidad de llegar rápidamente a las posibles soluciones para resolver el problema. Se trata de ser resistentes cuando se produce una falla y que se tiene la fortaleza para seguir probando diferentes métodos hasta lograr el resultado deseado. Un equipo con una mentalidad de resolución de problemas no se permite que los obstáculos se establezcan de forma permanente - en su lugar, se centran en soluciones, mejoras y dar con nuevas formas de atacar el problema. 4. Compartir recursos e información El mejor trabajo no se logra de manera aislada. En el mundo empresarial de hoy en día, la colaboración y la sinergia son cruciales para optimizar el rendimiento de su equipo. Compartir recursos e información puede parecer una cosa fácil de hacer, pero la verdad es que a veces estamos demasiado atrapados en lo que sabemos y hacemos individualmente que no se nos ocurre compartirlo con el resto del equipo. Como líder, es probable que tengas una mejor comprensión de la imagen global sobre cada miembro del equipo. Como tal, puedes desempeñar un papel más activo en el fomento del intercambio de información y los recursos al resto de tu equipo. Usted puede utilizar sus reuniones regulares del equipo como un foro para mantener a todos actualizados sobre los nuevos cambios, información o cambios que afectarán a todo el equipo. Anime a cada persona a compartir su progreso, así como los retos que se enfrentan - y también dar espacio para que otros ofrezcan su ayuda, recursos o la experiencia para resolver esos problemas. 5) Desarrollar la confianza Demasiado a menudo, pensamos en nuestros colegas sólo en el contexto de la oficina - cómo se presentan en el lugar de trabajo, el trabajo que realizan, ya sea o no que son adictos a la cafeína que necesitan 5 tazas de café para pasar el día. Pero la verdad es que cada persona tiene sus propios valores, su propia historia…Lo cierto es que cada historia personal, puede aportar un sinfín de cualidades y habilidades para su trabajo y el trabajo del equipo. Así que una parte importante, es el desarrollo de la confianza entre los compañeros de equipo, desarrollando una relación genuina con cada persona, que va más allá de las cuestiones simplemente del lugar de trabajo. Se deben encontrar oportunidades para conectar entre sí como individuos y no sólo como colegas. Programar unos minutos de conversación grupal como “Rompehielos” antes de cada reunión es un método simple de conocer a su equipo. A través de estas conversaciones, se puede descubrir elementos comunes tales como aficiones, experiencias de viaje o antecedentes familiares similares etc… Tal información puede proporcionar un punto de partida para la conversación adicional y la conexión. Si su equipo carece de algunos de estos cinco hábitos, puede ser una manera eficaz para desarrollarlas. Sólo tiene que seleccionar una actividad que se centra en el modo de pensar o habilidad que desea cultivar y darle a su equipo la oportunidad de experimentar a través de aprendizaje experimental. La construcción de hábitos fuertes en un equipo lleva tiempo y requiere esfuerzo concertado sobre una base diaria. Por lo tanto, incluso después de que su equipo haya pasado por algunas de las actividades de formación de equipos para llevar a cabo estas cualidades, es importante reforzarlas en el lugar de trabajo. Las pequeñas cosas tales como la publicación de los objetivos del equipo en una pared para recordarles a todos, lo que están haciendo y los objetivos que están proyectando hacia la organización. Desde encuentros regulares después del trabajo, para vincularse con sus colegas es parte también de un largo camino hacia la construcción de estos cinco hábitos de trabajo que un equipo fuerte requiere. clic aquí para editar. |
Archivos
Abril 2022
CategoríasHaz clic aquí para editar.
|